Me encanta cuando llega la época de las naranjas sanguíneas, me parecen mucho más ricas y me encanta el color del zumo que tienen, así que siempre que puedo aprovecho y preparo mermelada. Ya sé que es la segunda receta de mermelada de naranjas, pero esta es un poco diferente que la otra.
12 naranjas sanguíneas. En realidad vamos a necesitar un kilo de pulpa de naranja sin piel ni membranas.
1kg de azúcar
5 tazas de agua de la cocción de las pieles de naranja
1 sobre de pectina para mermeladas
Lavaremos bien las naranjas, si son ecológicas mejor. Luego pelaremos las naranjas para obtener la piel, en este caso dejaremos la parte blanca en la naranja, nos ayudamos de un cuchillo bien afilado, o de uno de esos aparatos para pelar naranjas, que son practiquísimos si es que vamos a preparar mucha cantidad, o con un pelador de verduras, cualquiera de los tres nos vale.
Esas tiras finas de cáscara de naranjas las vamos a hervir a fuego lento en dos litros de agua, por espacio de 25 minutos, hasta que las pieles estén tiernas. Pasado este tiempo, colamos y reservamos el agua.
Mientras que se hacen las cáscaras, pelaremos las naranjas a vivo, es decir sin nada de la parte blanca e iremos separando los gajos, para quitar la membrana, vale esto lleva un poco de tiempo, pero tampoco tanto :) Lo mejor es hacerlo sobre un cuenco para ir recuperando el zumo que irán soltando las naranjas por más que tengamos mucho cuidado.
Yo mezclo el azúcar con la pectina para mermelada.
En una cazuela de fondo grueso, yo uso las de creuset, colocamos las pieles, las naranjas, el agua, el azúcar y la pectina. Mezclamos bien y colocamos el termómetro de azúcar o esos que tienen la una sonda y le programas los grados que quieres, y cuando llega a esa temperatura pita, no te puedes ir muy lejos, porque al menos el mío pita suave.
Mezclamos bien, y esperamos que rompa el hervor, debemos mezclar seguido, para que no se queme y tampoco se espume demasiado, debemos esperar hasta que el termómetro nos marque 104ºC o 220ºF, esto llevará como 40 minutos. Una vez que llegó a la temperatura deseada, dejaremos hervir por un par de minutos.
Realmente el usar termómetro es mucho más fácil, pero de la forma tradicional se puede hacer perfectamente, y en realidad es como lo hacían siempre en mi casa. En casa de mi abuela siempre preparaban dulces y mermeladas de todo tipo y en cantidades industriales, hasta tenía una maquina para cerrar las tapas de los frascos corona, toda una reliquia.
Hacemos la prueba del plato frío que vemos aquí, si queda firme está, pero si la vemos muy líquida la cocinamos unos 5 minutos más, mezclamos bien para que las cáscaras queden repartidas.
Envasamos la mermelada siguiendo las instrucciones de aquí, si no queremos hacer vacio, podemos colocarlas en frascos y guardarlos en la nevera.
Esta entrada tiene más fotos que las acostumbradas, es que el color es tan bonito, que me costaba decidirme. Además al ser una textura tipo jalea, queda como transparente, me gustaron las fotos.
Caro :)
Con esta receta participo en el apartado Dulce del Reto de Febrero 2016 de CdM que en esta ocasión está patrocinado por NaranjasLU.es