Este mes la anfitriona de los retos Qué rico, mamá! es Marietta de Sweets and Gifts, y nos propuso piezas de bollería casera con masa de pan.
Hice esta receta infinidad de veces, pero dos de ellas la hizo uno de mis hijos, la primera vez cuando tenía 7 años y la segunda fue esta vez, el mérito es suyo no mio.
Estos panecillos de viena, mini, en este caso pues miden 10 cm de ancho, son dorados, brillantes y super tiernos.
Rinden 24 o 26 porciones
Ingredientes
2 tsp de levadura seca, o 14 gramos de levadura fresca
1 tsp de azúcar
300 ml de leche
500 gramos de harina de fuerza
1 y 1/2 tsp de sal
60 gramos de mantequilla a temperatura ambiente
glaseado de huevo ( 1 yema y 1 Tbsp de leche)
Esparcimos la levadura en un tazón con 100 ml de leche, dejamos actuar por 5 minutos.
Ponemos la harina en un recipiente grande, hacemos un hoyo en el centro y vertemos la leche con levadura.
Con una cuchara de madera hacer caer algo de la harina de los costados y mezclarlo con la leche con levadura para formar una pasta blanda. Tapar con un paño de cocina y dejar esponjar por 20 minutos.
Verter el resto de la leche, mezclar ahora la sal y el resto de la harina. La masa debe quedar húmeda y blanda.
Volcar la masa sobre una superficie ligeramente enharinada, amasar durante 10 minutos hasta que quede homogénea, brillante y elástica. También podemos amasarla usando la kitchen aid.
Luego ponemos la masa en un recipiente limpio y tapar con un paño de cocina. Dejar leudar entre 1 y 2 horas, hasta que duplique su tamaño. Desinflar y dejar en reposo por 10 minutos.
Armar los bollitos de 27 o 30 gramos. Y si queremos que sean de viena los hacemos alargados de unos 10 cm aproximadamente. Dejar leudar por 20 minutos.
Calentar el horno a 180 grados.
Pintar con el glaseado de huevo.
Hornear por 15/20 minutos.
Dejar enfriar sobre rejilla de alambre.
Aquí podéis ver el trabajo fantástico que hacen mis compañeras de reto
Caro :)