Biscottini, cantuccini, son dos formas de llamar a estas galletas que se hornean dos veces y que hacen que duren muchos días en una lata, por supuesto si les damos tiempo.
En mi caso usé pistachos, primero porque me habían quedado de los cantuccini y además porque me encanta el contraste del color chocolate con el verde del pistacho.
Ingredientes
200g de harina tamizada
60g de cacao en polvo
3/4 tsp de polvo de hornear
1/4 tsp de sal
150g de azúcar de grano fino( puede ser caster o de lo contrario glas)
60g de chocolate negro picado
3 huevos
1 tsp de extracto de vainilla
150g de pistachos ( podemos usar cualquier fruto seco)
Comenzaremos tamizando todos los ingredientes secos, luego le incorporamos el azúcar, el chocolate picado, los huevos y la vainilla con ayuda de un tenedor, hasta formar una masa no muy pareja, al principio parece que no se mezclarán las cosas, pero luego va bien. En ese momento le incorporamos el fruto seco que hayamos elegido.
Divido la masa en tres, como hago con los cantuccini, y me ayudo de las mismas varillas, aquí podéis ver las fotos.
Otra opción es hacer unos cilindros de 3 cm de diámetro, pero me es más fácil achatado.
Ponemos en la placa con papel de horno y horneamos a 180º por espacio de 20 minutos, hasta que estén firmes al tacto.
Dejo enfriar hasta que los pueda cortar, en ese momento con un cuchillo de sierra corto en diagonal rodajas de un cm de grosor. Vuelvo a colocar en la placa y horneo por 15 minutos, hasta que estén crujientes y secos.
Coloco en una rejilla para que se enfríen.
Se pueden conservar estupendamente en una lata hermética durante dos semanas.
Caro :)