Esta es la época de membrillos, es fácil de hacer, nos aguanta mucho tiempo en la despensa, y también he leído por allí que se puede congelar. En mi familia siempre lo guardamos envuelto en papel de horno y queda fenomenal, este año he probado de cortarlo en porciones pequeñas y lo congelaré, solo por probar.
Ingredientes
1600g de membrillos
1kilo de azúcar
1 limón
100 ml de vino tinto
Lavamos muy bien los membrillos, para quitarles esa pelusa. Los secamos y cortamos en trozos pequeños, quitaremos el corazón y las pepitas.
Pelamos el limón a vivo, quitamos las semillas y cortamos también en cuadrados. Cubrimos con el azúcar y dejamos reposar toda la noche.
Yo lo cocino en las ollas de le creuset que al ser de hierro esmaltado funcionan muy bien para dulces. Una vez que comience a hervir agregamos el vino tinto. Bajamos el fuego y removemos a menudo para evitar que se pegue.
Cuando la fruta esté blanda, trituramos con la mininpimer, y seguimos cocinando por un tiempo más. El punto lo lograremos cuando la cucharada quede firme de pie, es decir que el dulce está lo suficientemente duro para sostenerla. Retiramos del fuego y colocamos en el recipientes que habremos preparado antes.
He usado un pirex alargado cubierto con papel de horno para que me sea fácil desmoldarlo, aunque normalmente no da problemas.
Dejamos enfriar y guardamos.
Como dije antes este año lo corté en porciones de 250g ( a ojo :))
Me gusta comerlo con queso y para hacer pasta frola
Caro :)
